Mantenerse activo es esencial para una vida saludable, pero ¿cuánto ejercicio es realmente necesario? Aunque las recomendaciones pueden variar según la edad, el estado físico y los objetivos personales, varios estudios ofrecen una guía sobre el mínimo de actividad física necesaria para mantener una buena salud.
Una investigación divulgada en el British Journal of Sports Medicine ha desvelado la cantidad de ejercicio requerida para contrarrestar los efectos de permanecer sentados durante todo un día.Mantenerse activo es esencial para una vida saludable, pero ¿cuánto ejercicio es realmente necesario? Aunque las recomendaciones pueden variar según la edad, el estado físico y los objetivos personales, varios estudios ofrecen una guía sobre el mínimo de actividad física necesaria para mantener una buena salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, o 75 minutos de actividad intensa. Estas cifras se convierten en aproximadamente 20-30 minutos al día de ejercicio moderado, como caminar rápido, o 10-15 minutos de actividad más intensa, como correr.
Estos mínimos son fundamentales para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión y cáncer de colon y mama. Puedes consultar más detalles sobre estas recomendaciones en el sitio web de la OMS.
Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association encontró que incluso pequeñas cantidades de ejercicio, por debajo de las recomendaciones de la OMS, pueden tener beneficios significativos para la salud. Según esta investigación, incluso 5-10 minutos diarios de carrera pueden prolongar la vida. Lee más sobre este estudio aquí.
Además, la flexibilidad y el entrenamiento de fuerza son componentes esenciales de un régimen de ejercicio equilibrado. La OMS recomienda realizar actividades de fortalecimiento muscular, como levantar pesas o ejercicios de peso corporal, al menos dos días a la semana. Estas actividades ayudan a mantener la masa muscular y la salud ósea, y a prevenir lesiones.
La clave está en la regularidad y en encontrar actividades que disfrutes para que puedas mantener una rutina sostenible a largo plazo. No es necesario inscribirse en un gimnasio o practicar deportes intensos; actividades como bailar, montar en bicicleta, nadar o incluso trabajar en el jardín cuentan hacia tu cuota semanal de ejercicio.
Para aquellos con un estilo de vida sedentario, comenzar con pequeños cambios puede marcar una gran diferencia. Opta por subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, camina o usa la bicicleta para trayectos cortos en lugar de conducir, y trata de incorporar breves descansos activos durante tu jornada laboral.
En conclusión, aunque las recomendaciones específicas pueden variar, el consenso es claro: incorporar una cantidad mínima de ejercicio en tu rutina diaria es esencial para mantener tu salud y bienestar. Lo importante es encontrar el equilibrio y las actividades que se ajusten a tus preferencias personales, haciendo del ejercicio una parte placentera y regular de tu vida.
